CULIACÁN.- Un total de siete agentes de la Policía Federal y un presunto sicario murieron, y cuatro federales más resultaron heridos durante el enfrentamiento que duró cuatro horas en los límites de las colonias Benito Juárez y Las Vegas.
Momentos antes del enfrentamiento, un comando de gatilleros ejecutó a dos jóvenes de la colonia Rubén Jaramillo.
El hecho provocó la movilización de cerca de 500 militares y elementos de las corporaciones policiacas, quienes tuvieron que desalojar a varios vecinos atemorizados ya que los pistoleros lanzaron granadas de fragmentación y disparaban potentes armas AK-47 y Fal.
Al final de la balacera, la PF detuvo a dos personas y aseguró un arsenal consistente en siete fusiles de asalto, cientos de cartuchos, y chalecos, entre otras cosas.
Vecinos, la Policía Federal y las corporaciones estatales informaron que el enfrentamiento inició alrededor de las 23:10 horas, minutos después de que pistoleros ejecutaron a Luis Astorga Ibarra, de 22 años, y a Edgar Zataráin Medina, de 20, en la esquina que forman la avenida Universo y calle Eurípides de la colonia Rubén Jaramillo.
Supuestamente un grupo de agentes federales detectó al grupo de sicarios e inició una persecución; mientras que llamadas anónimas al servicio de emergencia alertaron sobre la presencia de otro grupo armado en una casa de seguridad de la colonia Benito Juárez.
La denuncia señaló que en la casa marcada con el número 1100, 1102, otra sin número y una herrería de la calle Alba de Acosta, entre Cuitláhuac y Xicoténcatl, se hallaba un comando de por lo menos 15 sicarios.
Cerca de 25 agentes de la PF acudieron al lugar en las patrullas 12353 y 12413, pero al llegar fueron recibidos a balazos, iniciándose un tiroteo donde los delincuentes dispararon con fusiles de asalto AK-47, FAL, y arrojaron granadas de fragmentación y de humo.
Durante el primer tiroteo los sicarios mataron a cinco de los agentes federales e hirieron a seis más, dos de los cuales murieron cuando recibían atención médica en hospitales de la ciudad.
Cuatro de los federales quedaron tendidos en la esquina de Cuitláhuac y Alba de Acosta; mientras que otro cayó abatido por las balas en la azotea de una de las casas de seguridad cuando pretendía cercar a los delincuentes.
Algunos de los delincuentes se atrincheraron en la casa de seguridad y las casas contiguas; mientras que otros supuestamente huyeron por las azoteas de las casas de los vecinos.
Minutos después la zona se llenó de cientos de militares y policías de todas las corporaciones policiacas, quienes tendieron un cerco a los pistoleros de varias cuadras, desde el bulevar Francisco I. Madero y la calzada Heroico Colegio Militar hasta la calle Juan José Ríos y Xicoténcatl.
La balacera continuó y el tableteo de las ametralladoras de un lado y de otro terminaron por despertar y alarmar a los vecinos, ya que algunas de las balas se incrustaron en vehículos y viviendas, o pasaban zumbando de un lado a otro de las calles.
Varios vecinos presas del pánico tuvieron que ser sacados de sus casas junto con niños por agentes estatales a lugares más seguros, pero la mayoría se atrincheró detrás de paredes y se alejó de las ventanas.
Incluso se hablaba que varios de los gatilleros se habían apostado como francotiradores en lo alto de una de las casas de seguridad.
La balacera continuó por cuatro horas hasta que los policías y militares fueron cercando cada vez más a los sicarios, a uno de los cuales mataron cuando se ocultaba en el taller de herrería.
Los agentes tuvieron que utilizar ametralladoras Barret y mazos para derribar el portón de las casas de seguridad y poder entrar para arrestar a dos personas, entre ellas a un menor de edad. Otras fueron retenidas por algunas horas en lo que se resolvía su posible participación en la balacera.
Después de tomar el control, en las casas de seguridad los agentes localizaron 6 fusiles FAL, 7 AK-47, 36 cargadores para cuerno de chivo, 4 cargadores de disco y 25 cajas de cartuchos de 20 unidades cada uno.
Los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal, para que resuelva su situación jurídica.
